Desde la educación permanente, el aprendizaje se aborda como un enfoque global, como las maneras en que individuos y grupos adquieren no solo conocimientos, sino también emociones y valores, así como destrezas y aptitudes para vivir en un mundo cambiante. Se trata de buscar caminos para ir superando el "desfase humano", que existe entre, por un lado, la creciente complejidad de nuestro entorno y hasta de nuestros actos y, por otro lado, el retraso en el desarrollo de nuestras capacidades para enfrentar esa complejidad.
Libro Blanco de Educación de Adultos, 1986
No hay comentarios:
Publicar un comentario